Los robots deberán contar con un interruptor de emergencia para evitar cualquier situación de peligro.
No podrán hacer daño a los seres humanos. La robótica está expresamente concebida para ayudar y proteger a las personas.
No podrán generarse relaciones emocionales.
Será obligatoria la contratación de un seguro destinado a las máquinas de mayor envergadura. Ante cualquier daño material, serán los dueños quienes asuman los costes.
Sus derechos y obligaciones serán clasificados legalmente.
Las máquinas tributarán a la seguridad social. Su entrada en el mercado laboral impactará sobre la mano de obra de muchas empresas. Los robots deberán pagar impuestos para subvencionar las ayudas de los desempleados.